lunes, agosto 21, 2006

Heredad.


Mi madre fue Camila O’ Gorman.

Llevaba los ojos vendados,
y un perro algo oscuro
que se servía del músculo de su corazón.

Yo me le parezco.

A través de los huesos y de los ojos
se filtra el viento.
También los hombres equivocados
que me llevan con amor a la horca.

A veces yo también los llevo.

Los abrazo y los muero,
les aparto la sangre seca,
con el primoroso sudario.
Hago de madre por un rato,
o de florida ramera.

Les muestro los senos para darles valor,
como dicen hacían las troyanas,
no recuerdo bien si en el amor
o en la guerra.
Nota: La imagen pertenece a Alessandro Bavari.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ola Ele
ia tengo blog
que lo parió

http://compuerta.blogspot.com

Anónimo dijo...

está bueno. veo que es un tema recurrente en usted aquel que trata del amor, la guerra, las batallas de una mujer sin identidad o trs ella. algo en la hija de camila recorrre la piel de julia, mi querida julia.