miércoles, noviembre 28, 2007

2811



Tengo la sangre, hoy, toda muda.
No puedo elaborar el grito
del desgarro diario.
No puedo prometerme nada.
No quiero una esperanza.

Estoy frágil y silenciosa
como nunca estuve,
de frente al espejo de mi propio espanto:
así me he puesto siempre.

Nunca me perdono, nunca
pienso en el dolor sutil. Le ofrezco
mi cuello a la bestia que quiera
y luego espero su saciedad,
su retirada.

Si me deja una ausencia,
un hueco incontenible, prefiero creer
que de mí ha comido la materia sombría:
que salgo rota
pero más pura.

Yo quisiera ser como un agua bíblica,
que al estirar la mano los hombres encuentren
su propia redención.
Pero sé que sólo conduzco
a un paraíso desmañado y salvaje,
donde el corazón que tengo
se agita
y retoza,
como un niño apedreado,
como un animal en celo,
atado y mustio.

Nota: La imagen pertenece a Sarah Kane.



viernes, noviembre 23, 2007

Las cosas que no me he dicho.




Vivir es un oficio,
y me ocupa gran parte del día.

Yo no dije que amanecer fuera feliz,
dije que era hermoso ver cómo
en la tristeza radiante de las cosas
una encuentra el motivo.

Perdurarse no es heroico.
Es, más bien,
el simple miedo a extraviar
la vida,
(que es también una costumbre)
en la línea de la muerte
lo que me sostiene.

Es una mascarada.
Pura ficción.
Y eso me basta.
Nota: La imagen pertenece a Stanko Abadzic.

lunes, noviembre 19, 2007

Fragmentos.

"Cuando un hombre, que es joven y que se cree inmortal, siente que todo se derrumba –el porvenir vaticinado en los pactos con el Diablo, los sueños de inasible belleza, la utopía que se doraba como un pan en la inimaginada fragilidad de la conspiración-, busca a una mujer. Cuando todo se derrumba, la mujer queda, resiste. Nadie sabrá decir, nunca, porqué."

Capítulo XIX.
La revolución es un sueño eterno.
Andrés Rivera.
Ed. Alfaguara.




"El carácter inestable del lenguaje define la vida en la isla. Nunca se sabe con qué palabras serán nombrados en el futuro los estados presentes. A veces llegan cartas escritas con signos que ya no se comprenden. A veces un hombre y una mujer son amantes apasionados en una lengua y en otra son hostiles y casi desconocidos. Grandes poetas dejan de serlo y se convierten en nada y en vida ven surgir otros clásicos (que también son olvidados). Todas las obras maestras duran lo que dura la lengua en la que fueron escritas. Sólo el silencio persiste, claro como el agua, siempre igual a sí mismo."

Capítulo V, La isla.
Del libro Cuentos Morales.
Ricardo Piglia.
Ed. Planeta.


"La vida no es lo que tu crees. Es un agua que los jóvenes dejan correr sin saberlo, entre los dedos abiertos. Cierra las manos, ciérralas, rápido. Retenla. Ya verás, se convertirá en una cosita dura y simple que uno roe sentado al sol."

Creón a Antígona.
Antígona-Jezabel.
Jean Anouilh.
Ed. Losada.



"El caballo, -pues-, que no sabe que debe morir, no tiene metafísica. Pero si lo supiera, el problema de la muerte, al final, se tornaría también para él mucho más grave que el problema de la vida.
Encontrar el heno y la hierba es, seguramente, un grandísimo problema. Pero dentro de este problema, surge otro: “¿Porqué, después de haberse fatigado durante veinte, treinta años para encontrar la hierba, hay que morir sin saber porqué razón uno ha vivido?”

Il marito di mia moglie.
Pelirrojo, alimaña y otros cuentos.
Verga, Pirandello, Moravia y otros.
Biblioteca básica universal.

miércoles, noviembre 14, 2007

Milonga Lunfarda -Edmundo Rivero


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En este hermoso país
que es mi tierra, la Argentina,
la mujer es una mina
y el fuelle es un bandoneón.
El vigilante, un botón.
la policía, la cana.
el que roba es el que afana.
el chorro un vulgar ladrón.
Al zonzo llaman chabón
y al vivo le baten rana.
La guita o el vento es
el dinero que circula;
un cuento es meter la mula,
y al vesre por al revés.
Si pelechaste, tenés
y en la rama si estas seco.
Si andás bien, andás derecho;
tirao, el que nada tiene
Chapar es, si te conviene,
agarrar lo que esta hecho.

El cotorro es el lugar
donde se hace el amor.
El pasha es un gran señor
que sus mangos acamala.
La vecina es la fulana,
el tordo es algún doctor,
el estaño un mostrador
donde un curda se emborracha,
Y si es que haces pata ancha
te la das de sobrador.

El que trabaja, labura;
quien no hace nada es un fiaca,
la pinta es la que destaca
los rasgos de tu apostura.
Mala racha es mishiadura,
que hace la vida fulera.
La cama es una catrera
y apoliyar es dormirse.
Rajar o piantarse es irse,
y esto lo manya cualquiera.

Y que te van a contar,
ya esta todo relojeado.
Aquello visto, es junado;
lo sabe toda la tierra.
Si hasta la Real Academia,
que de parla sabe mucho,
le va a pedir a Pichuco
y a Grela, con su guitarra,
que a esta milonga lunfarda
me la musiquen de grupo.

lunes, noviembre 05, 2007

La infancia -aproximaciones-

i.
¿Tenía, la infancia, éste nombre de muñeca
de ojos vítreos?
¿Este pausado y armonioso
abrir y cerrar de ojos?
¿Este no sexo
ni de carne ni de plástico?
¿Esta ausencia de razón,
toda la lengua muda?

ii.
Recuerdo el toro,
su asta de terciopelo azul,
toda su muerte, luego,
toda junta,
como un charco.

Esos eran los sueños.
Los juegos.

iii.
Visito 1978 como si visitara
la casa en que no estuve, el pecho
del hermano que está abajo
y que no vuelve,
ando oliendo
mi propia ausencia en los rincones,
diciendo, con el mucho hambre,
la palabra que no sacia.
Ando perdida de mí
adentro de mí.