Vení a salvarme, hijo de puta.
Vení, aunque te mueras de miedo,
porque entonces te habrás muerto
por algo eterno, algo
más puro que el hombre.
La oscuridad sucede de todas formas,
y sucede, de todas formas, la tristeza.
Entonces, la pregunta es:
¿por dónde coger a esta puta vida?
la puta barata y consentida,
la puta que te muestra las tetas
desde una ventana
y no te deja agarrar ni morder.
Yo le prefiero el lado filoso,
el culo consabido y enhiesto,
la espalda que no cuida,
y por no cuidada, resulta prístina,
con sus muchos callos,
con las amapolas de dios
brotándole en su atrás glorioso
y en sus ancas de yegua.
Vení, traeme más noche,
probame que sos lo que pienso,
un fantasma menos
en esta galería de ahorcados.
Nota: La imagen pertenece a Steven Cook.
4 comentarios:
te cuento que estos poemas son los que más me gustan, peo los que más me aterran. su femineidad agresiva me aterra y me atrae.
Waw!!! cuánta PASIÓN,
cuánto GOCE (escondido detras de cada letra)
Me gusta también éste texto Elena...
(de pasión a lo italiano)
Gilda.
Waw!!!
Cuanta PASIÓN !
Cuanto Goce!,(escondidos atras de cada palabra)
Me ha gustado mucho también éste texto, Elena...
(lo pasional a lo italiano es desbordante...)
Gilda.
La vida es una puta, y nosotros deberíamos ser más hijos de puta, para que no nos doliera tanto... Un saludo.
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