viernes, agosto 25, 2006

Hastío del círculo.




Vení a salvarme, hijo de puta.

Vení, aunque te mueras de miedo,
porque entonces te habrás muerto
por algo eterno, algo
más puro que el hombre.

La oscuridad sucede de todas formas,
y sucede, de todas formas, la tristeza.
Entonces, la pregunta es:
¿por dónde coger a esta puta vida?
la puta barata y consentida,
la puta que te muestra las tetas
desde una ventana
y no te deja agarrar ni morder.

Yo le prefiero el lado filoso,
el culo consabido y enhiesto,
la espalda que no cuida,
y por no cuidada, resulta prístina,
con sus muchos callos,
con las amapolas de dios
brotándole en su atrás glorioso
y en sus ancas de yegua.

Vení, traeme más noche,
probame que sos lo que pienso,
un fantasma menos
en esta galería de ahorcados.
Nota: La imagen pertenece a Steven Cook.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

te cuento que estos poemas son los que más me gustan, peo los que más me aterran. su femineidad agresiva me aterra y me atrae.

delarena-una dijo...

Waw!!! cuánta PASIÓN,
cuánto GOCE (escondido detras de cada letra)

Me gusta también éste texto Elena...

(de pasión a lo italiano)

Gilda.

delarena-una dijo...

Waw!!!
Cuanta PASIÓN !
Cuanto Goce!,(escondidos atras de cada palabra)

Me ha gustado mucho también éste texto, Elena...
(lo pasional a lo italiano es desbordante...)

Gilda.

María Esquitin dijo...

La vida es una puta, y nosotros deberíamos ser más hijos de puta, para que no nos doliera tanto... Un saludo.