
Mi madre está ciega.
Aquella tarde en que nací,
dos enormes moscas le comieron los ojos,
hiperbólicas,
serenas,
nítidamente recortadas contra la sangre y la luz.
Y nunca, nunca más pudo verme.
Aquella tarde en que nací,
dos enormes moscas le comieron los ojos,
hiperbólicas,
serenas,
nítidamente recortadas contra la sangre y la luz.
Y nunca, nunca más pudo verme.
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