lunes, diciembre 03, 2007
0312
No recuerdo cómo entré a la vida.
No sospecho cómo se sale.
Me siento un pájaro enredado
en los cables de teléfono:
la perspectiva de la altura es,
en definitiva,
de una belleza crítica.
Si me aquieto,
el lazo se hace prisión
y estancamiento.
Si me rebelo,
el lazo se vuelve horca
y tiende hacia la muerte.
Entonces procedo
a piar y maldecir,
a hacer los gestos que tiene el pájaro,
unos muy parecidos al absurdo
y al desamparo.
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1 comentario:
precioso, me encanto.
una hermosa paradoja musicalizada.
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