frente a la casa, antes que
construyeran los edificios ostentosos,
las oficinas asépticas de la calle
belgrano, los negocios de chucherías,
hubo un baldío
y en el centro, un malacate
allí íbamos, con mauro lesjtch,
algunas siestas, a jugar
que éramos caballos ciegos y dábamos
vueltas alrededor del
pozo seco
mauro es un hombre, ahora,
ha hecho dinero, hijos,
sólo persiste en él, de lo que
era, los ojos oscuros
con pestañas de muñeca
yo, en cambio, sigo atada
al hábito de esas tardes
y sigo caminando el círculo del pozo,
jugando al animal ciego
sólo que ahora la sed
es verdadera
y el deseo de agua es real
y no fingido
sábado, noviembre 08, 2008
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14 comentarios:
Algunos siguen el camino, se convierten en hombres, en adultos, simpelmente cambian, otros siguen también un camino, pero no el marcado, no el normal, y son distintos, muy distintos. Prefiero a los segundos.
Besos
lo siento cercano... será que sigo atada a algunos lugares y algunos juegos mientras otros se empeñan en adaptar sus vidas a ciertos cánones. no sé
Pasé... y como siempre me llevo los ojos cargados.
Un abrazo
hay hay! cuánta belgrano y ese animal cansado... siempre ciego de sed.
Besos Elenita
Enredada: no podría decir nada de los caminos normales. No podría, en sentido estricto, decir nada sobre caminos.
Un abrazo.
Eclipse: es cuestión de nombrar.
Algunos le dicen 'mochila', otros 'pasado', yo le digo malacate.
Abrazos, Pola, y a Ramiro.
Cuide los ojos.
Verushki: la sed parece ser el tema que anda por todos nosotros, últimamente.
Besos, nos vemos el sábado en la clínica.
tus poemas, simplemente, me desarman... saludos bogotanos. Ah, por cierto, soy Hernán T. 'Domizzi' es el apellido de mi vieja. Y otra máscara, supongo. Abrazo
Domizzi: casi no te reconozco! estuve pensando casi medio siglo de dónde conocía yo a un Hernán T. que andaba por allá, je.
Ahora caí.
No sé cómo he conseguido que esos poemas te desarmen. Creeme que lo vivo con curiosidad.
Abrazos, te debo la cerveza. Y a tu hermano el fernet de una apuesta.
pd: no hay nada que no sea efímero.
que bello poema Elena. Esas vueltas alrededor del pozo, me recordó mis vueltas en las columnas de la estación del tren.
Un beso enorme!!
Iba a comentar: me gustó bla bla...., pero en realidad, esto es otra cosa.
Leer esta poesía, que de tan cercana, si te descuidás te tapa de polvo, te salpica, se te cuela como viento frío, hasta los huesos.... reconocer en palabras de otros la búsqueda propia.
Salú,
Fernando.
Let: algún día me vas a contar eso.
Besos.
Fernando: creo que lo que dijiste, es lo mejor que han dicho de mi poesía. Eso de que te puede tapar de polvo, colársete por los huesos... es como si me hubieras dicho que ahí no hay palabras, sino vida.
Gracias.
Un abrazo.
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