lunes, agosto 18, 2008

La poesía y yo seremos buenas amigas.

siempre fue una vieja de mierda
pero a veces lo fue menos

hubo horas en que me ponía
caramelos ácidos bajo la lengua,
me hacía la cruz de la frente,
me hacía cosas en la pieza,
y después abría
un poquito la ventana
para que mirara
a las otras nenas que jamás
jamás
se ensuciaban con tierra
que jamás jamás
escribían en los pantalones
de los chicos

ahora paso por su casa
le apedreo las ventanas,
le echo sal en los canteros
para que se le pudran los geranios
díscolos,
le escupo el número de bronce,
le espanto los gatos haciendo
aullidos de loba,
de perra

cuando también envejezca
y, como ella, salga a la calle
a levantarme la bata con florcitas,
y no tenga quien me escuche,
y la lengua no me sirva más
que para babear la miga del pan,
empujarme las pastillas del sueño,
entonces
me sentaré con ella en la vereda,
charlaremos despacio de los muertos,
veremos los hombres fuertes a través
del muro de piedras
que arrojé con estas manos,
con estas mismas manos
que ahora la odian

14 comentarios:

mariaeme dijo...

qué partidito el de hoy! jajajaa
voy a tener que madrugar mañana!

Unknown dijo...

-. esta poesía es muy hermosa che madame.

me pregunto realmente, además despuès de leer casi todo ¿porque estamos todos tan obsesionados con los plumiferos?
un gusto y salud.

La Gata Insomne dijo...

me encanta
es como de todos
puede ser una abuela
una vecina vieja
una maestra

me temo
que cuando te parezcas
a ella
ella ya no estará

saludos

Leticia Ressia dijo...

Sencillamente hermoso...besos Mele, esta semana arreglamos para la próxima las cuestiones cinéfilas

GEORGIA dijo...

me gusta el misterio que envuelve este poema, nos permite (a los lectores) ubicar al personaje como queramos y confrontarlo con nuestra propia vieja en bata

saludos

georgia

http://poesia-en-georgia.blogspot.com

dijo...

genial...
muy
muy
besos

Martín Aon dijo...

Hola queridísima Elena... pasé a leerla, como siempre y a decirle que no me mudé. Mi domicilio postal es el mismo.
Un beso grande.

Elena dijo...

Martita: yo no me quedé, tenía mucho sueño y asumí, y así fue de hecho, que el resultado no iba a depender de mi insomnio.
Ganamos! iupi...etcéteras

Elena dijo...

Hola, Cachivachola... en realidad yo no estoy obsesionada con los plumuditos. Me gusta mirarlos, pero a la mañana les tiraría con las zapatillas...algunos son extremadamente sonoros.
Un abrazo.

Elena dijo...

Gata: ella siempre estará. Porque me antecede, y cuando yo no esté más, ella seguirá siendo. O eso es lo que espero.

Elena dijo...

Leti: las cuestiones cinéfilas, por mi parte, se han visto reducidas a mirar tele tirada en la cama mientras se me mueren los bichos de la gripe. Estoy que ni escucho, vea, mire...

Elena dijo...

Georgia, bienvenida.

Elena dijo...

Enredada: me alegro que te llegue.
Un abrazo.

Elena dijo...

Martín: entendí la indirecta, querido, es como un dedo acusador apuntándome a la sien, je.
Otro.