domingo, agosto 10, 2008

1008

cuando nací ya tenía esta sed,
estas preguntas,
ya estaba destinada a la sangre
que baja por las piernas

cuando nací ya sabía
morder el polvo y levantarme
no con aire de triunfo
no con la corona de reinita en la cabeza,
sino saboreando,
grano a grano
la arena de las encías,
el gusto a herida,
mi propia boca que aprendió
que el silencio es una hostia
que se traga entera
o una piedra caliente
una sardina viva
brillante y pestilente
sí,
pero viva,
dando golpes,
esperando el aire
que se espera y que no llega

el silencio es mi animal
y yo soy el animal
de dios

(no tan pudoroso
no tan terso)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

como siempre, muy bueno lo suyo. te quería dejar un saludo en ocasión del día del niño, pero dado el tenor del poema me entra la duda.

te mando un abrazo hasta octubre

jorge

tantomundo dijo...

comentario descolgado: a mi también me gusta ali farka!!

luks dijo...

groso poema madam.

saludos!

dijo...

genial...GENIAL
mil besos

Elena dijo...

Jorge: ya no soy una niña ni espero nunca tener que fingir serlo. Me gusta ser la mujer que soy y tener la edad que tengo. Y hacerme cargo, aunque moleste.
Un abrazo.

Elena dijo...

Martín: a Farka me lo presentaron hace como 6 años, y desde entonces no dejo de escucharlo. En esa ocasión me regalaron 'Ai du', con Ry Cooder...y....uh...

Elena dijo...

Luc: me va a volver loca con sus mutaciones...!!!! grrr

Elena dijo...

Enredada: como siga pensando que todo lo que escribo es genial, o voy a comenzar a dudar de su sinceridad, o voy a creer que soy poeta. Cualquiera de las dos cosas, créame, sería terrible para mí.

Anónimo dijo...

También, de una sostenida calidad discursiva.