cuando atardeció,
tu rostro que brotaba del verano
como el animal que mató a Fedra
comenzó a derramarse,
como un río de escarabajos negros
sobre el patio,
y se puso oscura la ropa recién lavada
las linternas de alumbrar
las flores que llaman miosotis
y esas otras,
que emulan la corona del nazareno
tus ojos,
que se escanciaban sobre todo
y tenían olor a pasto quemado
nunca volvieron a ser hermosos como entonces
yo te amé sólo un rato,
pero intensamente:
lo que duró tu sombra
en el columpio del cuerpo
nunca, desde entonces,
las tardes son tan tristes,
nunca
tan irremediablemente claras
viernes, junio 29, 2007
Oscuro.
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2 comentarios:
licenciada, en vedad le digo que si alguna vez llego a alcanzar así tan sólo los bordes de su técnica poetica, sólo entonces me voy a sentir un escrito de verdad. cosa esta última que quizá no ocurra nunca.
siempre me ha gustdo su manera de versificar
Te lo dije y te lo escribo: me encantan tus poemas!!!
saludos. nos vemos.
gracias por acompañarme en francesa...
:)
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