domingo, julio 06, 2008

Ejercicios 2.



i.
he jugado a la ceguera,
a cruzar la casa en sombra
y decir “los muebles arden,
los muros, arden
los gatos dormidos en el sofá”
y no tocar

ahora juego a la palabra
a cruzar el mundo oscuro
el límite
y digo cosas
con olor a abismo.

ii.
¿cómo sé cuándo llego al exilio,
a la ruina?
¿cómo sé cuándo dejo el ojo de la cerradura
paso la puerta
y toco?

¿qué son esas palabras:
exilio
ruina?

¿qué son?

iii.
he vuelto a fumar,
por disposición del cuerpo o
disposición del alma,

he vuelto
a consumir el fuego,
no,
apenas el humo,
el fuego anda fuera
de mí

iii.
lo que busco sólo tiene un nombre
y lleva el signo de la niebla

si mi todo cuerpo,
si mi lengua en la niebla,
entonces seríamos
uno

¿quién dirá,
entonces,
el nombre?
¿quién hablará por sí del otro?


4 comentarios:

antonio medinilla dijo...

Estremecedor poema: ni falta ni sobra nada en fondo y forma. Si la Voz es ese paso más allá pero dentro: la voz estuvo aquí, y dejó estas huellas para el lector.

"lo que busco sólo tiene un nombre
y lleva el signo de la niebla

si mi todo cuerpo,
si mi lengua en la niebla,
entonces seríamos
uno"

Felicitaciones por tan buen trabajo, Elena.

Elena dijo...

Gracias, Antonio, por pasarte y leer, y dejar tu impresión, claro.
Un abrazo.

dijo...

realmente es alucinante este poema... consumir humo, pero el fuego... no está dentro tuyo también?
besos

Elena dijo...

Enredada: ¿habrá fuego dentro mío? ¿o una fogatita, lámpara, fosforito, zippo?
¿habrá una velita, luz?
¿habrá algo de eso?
yo no me lo veo... no sé, pero ojalá esté y alumbre desde adentro.
Un beso.