martes, junio 24, 2008

¿1736?



"La cortesía deriva su nombre, sin duda, de la corte y la vida cortesana. Las cortes de los grandes señores son como escenarios en los que cada uno trata de labrar su fortuna. Esto no puede conseguirse más que alcanzando el favor del príncipe y de los nobles más importantes en la corte, por lo que hay que esforzarse todo lo posible por hacerse bienquisto. Lo mejor para ello es hacer creer al otro que se está dispuesto a servirle en todo momento y con todas las fuerzas, aunque muchas veces no tengamos tal inclinación o no queramos por muy buenas razones. Para esto está la cortesía, que nos hace reflejar tal determinación en nuestra compostura que el otro queda convencido de nuestra voluntad de servicio; ello nos hace acreedores de su confianza que va generando en él un amor hacia nosotros por el cual se siente inclinado a concedernos sus favores. Este es el resultado más habitual de la cortesía, que concede una gran ventaja a quien la practica. En realidad, habrían de ser la habilidad y la virtud las que nos ganasen la estima de los hombres, pero ¡cuán pocos son quienes esto reconocen! Y todavía son menos quienes las tienen en algún aprecio. Sólo lo que es perceptible a los sentidos es lo que llama la atención de los hombres superficiales, en especial cuando se dan unas circunstancias que afectan de modo especial a su voluntad. Esto es exactamente lo que sucede con el cortesano"



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Fragmento de "Corte, cortesía y cortesano", del Léxico Universal de Zedler, 1736
Figura como cita en:

El proceso de civilización, Norbert Elías; capítulo primero, Sociogénesis de la oposición entre “cultura” y “civilización” en Alemania.

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