
I.
Hube un ángel,
mas fue de exterminio.
Y me tocó con su pulpa de odio,
su pulpa de tristeza
celebrada por las brujas,
por las feroces uvas que da la altura
cuando la altura es abajo.
II.
Hube la sombra.
Se llamaba hermano:
piedra que devoran los perros
de mi corazón.
Piedra quemante del amor.
Flor agria de la ausencia.
III.
Hube el alba,
y una vez la negaré.
Del agua de mi mismo espejo
vendrá la serpiente
a cerrarme los ojos,
a decirme ‘ve a lo oscuro’.
Y yo diré que sí.
Sí a todo.
Dulcemente.
Hube un ángel,
mas fue de exterminio.
Y me tocó con su pulpa de odio,
su pulpa de tristeza
celebrada por las brujas,
por las feroces uvas que da la altura
cuando la altura es abajo.
II.
Hube la sombra.
Se llamaba hermano:
piedra que devoran los perros
de mi corazón.
Piedra quemante del amor.
Flor agria de la ausencia.
III.
Hube el alba,
y una vez la negaré.
Del agua de mi mismo espejo
vendrá la serpiente
a cerrarme los ojos,
a decirme ‘ve a lo oscuro’.
Y yo diré que sí.
Sí a todo.
Dulcemente.
Nota: La imagen pertenece a Jerry Uelsmann